La Palabra de Dios nos da la seguridad de andar en el camión correcto, en el cual no nos lastimaremos. Cuando empezamos a andar en los caminos de Dios, estos caminos se hacen difíciles ya que el diablo no quiere que sigamos a Jesús.
Nos pondrá miedos, inseguridad en nuestros corazón, pero el Señor nos da Su paz (Juan 14:27), y en su paz debemos caminar por Fe; La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo Jesús; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu de Nuestro Dios, que es la palabra de Dios; Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu de Dios, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor Jesús; el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones. Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.
(Efesios Capítulo 6: 1 AL 24 )
ÉL Apóstol Pablo nos da esta enseñanza: “fortaleceos en el Señor Jesús, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”
(Efesios 6:10 al 18).
Dios nos muestra en esta Palabra que el enemigo es invisible, no lo podemos ver, que nuestra lucha es contra espíritus malignos, no contra “sangre y carne”, es decir, no es contra seres humanos. Los ejércitos espirituales de maldad están comandados por Satanás, quien quiere hacer la guerra a los hijos de Dios, a los que han recibido a su Hijo Jesucristo.
Por último, el Señor Jesús en Efesios 6:18, nos da su mayor recomendación: “Orando en todo tiempo con toda Oración y súplica en el Espíritu de Dios, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Debemos velar, no dormirnos, como en la enseñanza de los perezoso de la semana pasada, hay que estar atentos y orar siempre. También por nuestros hermanos, los santos que glorifican en Obediencia y amor a Dios apartados del los malo camino. Gloria a Dios que nos fortalece en todo tiempo para que tengamos victoria sobre el enemigo. Amén.
Espero que recibas la mayor Ayuda de la Palabra de Dios, en la cual nunca quedará vacía.
Un saludo estos Humildes Colaboradores de Dios.
España 15 de Febrero del 2011
Dios le Bendiga y Fuerte Abrazo.
Iglesia Ayuda Espiritual Grandeza de Dios."
Atentamente
Pablo Jose Romón Pacheco y Carolina de Romón Gamez
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