Lo esencial en la oración es la ofrenda. Esa es la actitud correcta que debemos traer al orar, y la de quitar todo lo que pueda impedir que Dios reciba nuestra ofrenda, como por ejemplo tener alguien que tenga algo contra nosotros, como dice la Biblia, si tu hermano tuviere algo contra ti, que Dios no recibirá tus ofrendas hasta que esa situación se resuelva, por lo menos en lo que está de tu parte.